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Ricardo Fajardo

"Si quieres la paz, defiende la vida"

La paz es el destino del progreso y la meta de la civilización humana, en la construcción de un mundo más justo, fraterno y solidario, que tiene como principio la justicia.

"Si quieres la paz, defiende la vida." Este fue el ideal y la actividad humana de Paulo VI. Un hombre que conquistó el mundo, por su valentía y su mensaje de esperanza a favor de la vida. La paz obsesionó a Montini toda su vida, como oficial de la Secretaría de Estado del Vaticano, como Arzobispo de Milán y como Pontífice.

La concepción de la Paz que proponía fue algo que le deprimió y exaltó, que le inquietó y enardeció. A él siempre recurría, porque estaba tan convencido de que por mucho que se plateara de ella, siempre quedaría mucho más que decir.

La Paz vuelve a estar amenazada, primeramente en los sentimientos de los hombres, después en contestaciones parciales e internacionales, más tarde en espantosos programas de armamento, que calculan en frío el potencial de aterradoras destrucciones, superiores incluso a nuestra misma capacidad de traducirlas en medidas concretas y, en definitiva, por grandes intereses de corporaciones armamentistas y petroleras.

El Presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, presentó sus argumentos, alegando que Saddam Hussein, representa "una grave amenaza para la paz". Señalaba "Saddam debe desarmarse o en nombre de la paz encabezaremos una colación para conseguirlo".

Realmente no sé a qué paz se refiere George W. Bush en su alocución. Porque la paz no es un discurso, es una acción espiritual que nace de un proyecto humano, cuando se fundamenta en el respeto a la vida, a los derechos inalienables del ser humano y cuando salvaguardamos las libertades fundamentales del hombre, la mujer, los niños y la juventud, para que tengan mayor futuro. Estoy convencido de que cualquier régimen que no represente esta realidad es una amenaza para la paz. La guerra no es el medio para sembrar la paz, esto engendraría más violencia, odio, terrorismo, divisiones y desaceleración económica en los países pobres.

El desarme debe ser una tarea mundial. No sólo Saddam Hussein posee armas de destrucción masiva que representan un peligro para la humanidad, hay muchos países que en el silencio y la sombra ocultan y desarrollan programas nucleares y de destrucción masiva, que representan una amenaza para la humanidad.

La Vida está en peligro. La Vida es el vértice de la Paz. Si la lógica de nuestro actuar parte de la sacralidad de la Vida, la guerra, como medio normal y habitual para la afirmación del derecho y, por tanto, de la Paz, queda virtualmente descalificada. La Paz no es sino la superioridad incontestable del derecho y, en definitiva, la feliz celebración de la Vida.

Los comienzos de este nuevo milenio enarbolado por un creciente desarrollo tecnológico, científico, económico, político y social, empobrecen la vida humana y el proyecto de la paz. La actividad de gobernar parece sucumbir en la incapacidad de buscar un mayor progreso humano y de poder reconciliar el binomio paz y vida, ya que en la práctica no es un abrazo fraterno, sino una lucha feroz. La paz se busca y se conquista con la muerte y no con la vida; y la vida se afirma no con la paz, sino con la lucha, como un triste destino necesario para la propia defensa.

Montini escribió una vez, lo que sería su testamento acerca de la paz, un estremecedor poema a ritmo de axioma, que debemos recordar y tener presente en el contexto de la internacionalización del desarrollo económico, político, social, y sobre todo en este momento de anuncio y posible confrontación que amenaza la paz mundial.

"La Paz debe ser un ideal que dirija eficazmente la actividad de la sociedad humana."
"La Paz no es un hecho autógeno, espontáneo, aunque a él converjan profundos impulsos de la naturaleza humana."
"La Paz es orden. Sin orden no es posible la paz."
"La Paz es un destino preconstituido, una razón preconcebida de ser y de existir."
"La Paz es algo que no se realiza sin la concomitencia y colaboración de múltiples factores."
"La Paz es un vértice que supone una interior y compleja estructura de soporte."
"La Paz es un cuerpo flexible que debe ser sostenido por un esqueleto robusto."
"La Paz es una construcción que debe su estabilidad y excelencia a una sólida base."
"La Paz es una pirámide que requiere estabilidad en la base y en la cúspide."
"La Paz es imprescindible para todo."
"La Paz es inestable por la condición inquieta del ser humano."
"La Paz es frágil por su inestabilidad."
"La paz es un deber de los pueblos y de los individuos, de las sociedades y del estado."
"La Paz es un ideal de civilización."
"La Paz es una aspiración profunda de los pueblos."
"La Paz es la fortaleza que genera la esperanza de los humildes y de los débiles."
"La Paz con justicia es la seguridad de los pueblos."
"La Paz es un mensaje de optimismo."
"La Paz es un presagio venturoso del porvenir."
"La Paz no es un sueño."
"La Paz no es una utopía."
"La Paz no es la fatiga de Sísifo."
"La Paz puede escribir las más bellas páginas de la historia no sólo con los fastos del poder y de la gloria, sino mucho más aún, con los mejores fastos de la virtud humana, de la bondad popular, de la prosperidad colectiva, de la verdadera civilización, la civilización del amor."
"La Paz es el destino del progreso y la meta de la civilización humana, para construir un mundo más justo, fraterno y solidario, que tiene como principio la justicia."
"La Paz y la vida -bienes supremos- son bienes correlativos."
"La Paz y la vida son una conquista por la que se ha combatido sin cesar a lo largo del camino del progreso humano."
"La Paz debe conquistarse con la Vida y la Vida debe afirmarse con la Paz."
"La Paz divorciada de la Vida vaticina en el horizonte del futuro una catástrofe, que en nuestros días resultaría inconmensurable e irremediable tanto para la Paz como para la Vida. Hiroshima es un documento terriblemente elocuente y un paradigma espantosamente profético."
La Paz divorciada de la Vida es un cumplimiento del apotema de Cornelio Tácito: "Urbi solitudinem faciunt, pacem apellant" (Vida de Agrícola, 30), "llaman paz a crear el desierto".
"La Paz exige como valor y condición la primacía de la vida."
"La Paz es la superioridad incontestable del Derecho."
"La Paz es la celebración gozosa de la vida."
"la Paz no puede estar fundada sobre la perpetua amenaza de la Vida, ni la Vida puede estar defendida mediante la constante amenaza de la Paz."
"La Paz no puede existir donde no se respete la incolumidad de la Vida."
"La Paz interior no es posible por vía de sofismas egoístas."
"La Paz no reina donde impera la violencia."
"La Paz no florece donde los derechos humanos no son profesados realmente y reconocidos y defendidos públicamente."
"La Paz es exaltada y ennoblecida cuando es proclamada en compromisos internacionales y nacionales a favor de la tutela de los Derechos Humanos, de la defensa del niño y de la salvaguarda de las libertades fundamentales del ser humano."
"La Paz escribe en esos compromisos nacionales e internacionales su Epopeya."
"La Paz es escarnecida y vilipendiada cuantas veces tales compromisos quedan en letra muerta."
"La Paz en los papeles y en el comportamiento de los individuos y de los pueblos es Carta gloriosa de la plenitud humana."
"La Paz en los papeles sin correspondiente conducta humana es vergüenza y condena moral ante Dios y la historia."
"La Paz de meros compromisos protocolarios y de meros pronunciamientos es lastimosa veleidad e hipocresía retórica."
La Paz es una iniciativa de todo.
Debemos construirla en un diálogo sincero, democrático, respetuoso y digno, que se fundamente en el derecho, la libertad del individuo y la soberanía de cada pueblo.
 
* Subdirector de la Casa de la Cultura Dominicana en New York.
Filósofo y Escritor.
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