Isabel Alamar

NOSOTROS TAMBIÉN DECIMOS: ¡NO A LA GUERRA!

La luna, los hombres y el mundo, en general, son testigos de esta guerra que ha promovido Bush contra Irak con el apoyo de Gran Bretaña y, para nuestra indignación, con el de España. Eso sí, sin contar y haciendo oídos sordos a la opinión pública.

Por ello, pese a que esta es una revista temática, y el tema que nos ocupa en esta ocasión es la luna, no hemos querido dejar de tratar esta cuestión que nos afecta a todos. Con este artículo inauguramos pues nuestra sección de ARTÍCULOS DE OPINIÓN (que falta nos hacen en estos tiempos que  vivimos), deseamos aportar con él nuestro pequeño granito de arena al grito unánime de NO A LA GUERRA

Expresamos así, tal y como han venido haciendo numerosos colectivos mediante manifestaciones y declaraciones públicas en los medios de comunicación,  que deseamos y estamos a favor de la paz y en contra de esta guerra. Una guerra que nos parece del todo innecesaria e injusta por diferentes motivos: En primer lugar porque somos un pueblo pacífico; en segundo lugar, porque consideramos que esta guerra es ilegal (no ha habido ninguna resolución de la ONU que la apoye, por más que intenten decirnos lo contrario).

Tenemos la entera convicción de que no era necesario derramar tanta sangre inocente, ni había necesidad de que liberáramos a ese pueblo, que me parece que no había pedido ser liberado ni masacrado en ningún momento. ¿No les llevaron hasta allí más bien intereses políticos y económicos? Y, ¿dónde están las armas químicas? Parece que ya nos hemos olvidado de que esta fue la excusa con la que se inició esta guerra, tampoco comprendemos el porqué del apoyo incondicional de Aznar a esta guerra. En fin, estas son algunas de las preguntas que se quedarán por resolver, ya que nadie se ha molestado en darnos una explicación.

Sin duda, hay tanto que decir acerca de este conflicto internacional, pero desde aquí, desde estas páginas solo queremos unirnos, como ya hemos dicha antes, al grito unánime de NO A LA GUERRA, también damos nuestras más sinceras condolencias a las familias de todas las víctimas que ha provocado este conflicto y, en especial, a los familiares y amigos de los dos periodistas españoles que han fallecido mientras ejercían su labor como profesionales de la información. Repetimos aquí sus nombres para que queden por siempre vivos en nuestra memoria: Julio Anguita Parrado y José Souso.

Hemos escrito estas líneas a favor de la paz, sobre todo cuando no hay una amenaza que justifique  su contrario: la guerra. Parece sensato y coherente, y que este deseo expresa la opinión de un pueblo responsable e inteligente, ¿no? Pues, entonces, por qué no nos han escuchado.