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Isabel Alamar Torró

ODIO LA TELEBASURA

“Vivir cantando o vivir llorando”, he aquí el gran dilema. Bueno, en realidad la cuestión es que cada vez que enciendo la tele a una hora punta, agoto el dedo haciendo zapping intentando encontrar un programa que merezca la pena, y la realidad es que no lo consigo.

En vano, trato de esquivar ese balón diario que nos intentan colar o vender de la telebasura, un balón, que queramos o no queramos, ahí está siempre dispuesto a clavarnos un gol al menor descuido, a la menor ocasión.

Ahora resulta que los artistas de toda la vida, aquellos que demostraron su valía y su profesionalidad encandilando al público durante años y que todavía conservan, cómo no, ese prestigio que bien se supieron ganar.

Como iba diciendo, estos cantantes, ahora son puestos a prueba y son tratados como meros principiantes que dan las gracias por recibir esta magnífica e inigualable oportunidad, según ellos, de volver a salir en la tele, o debería decir en el circo, en fin en un programa tan maravilloso como es este de “Vivo cantando” que hace unas pocas semanas ha estrenado telecinco.

Pues este maravilloso concurso o programa televisivo más, que en estos tórridos días nos honra con su presencia, y que es presentado por Jesús Vázquez -profesional y experto en el famoseo donde los haya- nos confirma la idea de que lo que realmente importa es ganar dinero a través de la audiencia, y ya puestos a ello mejor a cualquier precio: así pues, si hay discusiones mejor que mejor; si contamos con algún que otro pataleo, estupendo; si lloran, si es posible que lloren más, por favor. La razón es bien sencilla hay que sacar bien el jugo, exprimir a conciencia, vamos que no se escape nada de nada, ni de lo profesional ni de lo personal.

Señores, hay que nominar, sí hay que votar, hay que llamar por teléfono, eso sí sin que nos cueste un duro, pero no para que te suene en el móvil la melodía de uno de estos cantantes, o decidir cuál es el mejor artista y cuál el peor desde un punto de vista, seguramente, equivocado -puesto que, como ya he dicho antes, estos artistas ya demostraron su valía, cada uno en su estilo-, sino para nominar al programa en sí  porque estamos faltos de buenos programas de música, en particular, y, de todo, en general.

Pero, este, señores míos, que no quieran meternos más goles, no, no lo es. Este es, simple y llanamente, un mero y aburrido concurso más, vamos uno del montón, bastante más lamentable que la media todo hay que decirlo, con poco o nada que ofrecer como buena parte de sus homónimos: EL GRAN HERMANO, OPERACIÓN TRIUNFO, LA ISLA DE LOS FAMOSOS, HOTEL GLAM o TÓMBOLA.

En fin, un espacio televisivo más a añadir a esta larga e interminable lista de la telebasura, que parece inundarlo todo, y no porque guste al gran público -que habrá, por supuesto, a quien le guste-, sino porque NO HAY OTRA COSA QUE ELEGIR. Porque, la verdad sea dicha, pongas la cadena que pongas, a la hora que sea, ahí está siempre la telebasura, dispuesta a marcarnos un gol, al menor descuido, a la menor ocasión.

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